ALEJANDRO CRESPO (derecha) junto al campeon mundial de boxeo Kid Chocolate y el inmortal del beisbol Martin Dihigo. |
MARINO MARTINEZ
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Fue una estrella del béisbol en tres países diferentes: Cuba, México y Estados Unidos. Y de no haber sido por el color de su piel, también hubiese sido un estelar en Grandes Ligas.
Alejandro Crespo nació el 26 de febrero de 1915 en Guira de Melena, La Habana, Cuba. Fue huérfano de padre y adoptado por un hombre blanco. La familia pasó a vivir en la capital del país y antes de jugar en la pelota profesional actuó con el Octavo Regimiento de la Liga de las Fuerzas Armadas.
Debutó en la Liga Invernal Cubana en la temporada de 1939-40 con los Elefantes de Cienfuegos, terminando en segundo lugar de los bateadores (.339), título que conquistó Tony Castaño (.340), de los campeones Leopardos de Santa Clara.
De haber existido el premio de Novato del Año, Crespo hubiera sido el ganador. Pero este trofeo se comenzó a otorgar en la campaña de 1942-43 cuando se lo llevó el antesalista Héctor Rodríguez.
En la siguiente temporada (40-41) fue campeón en jonrones y robos de bases superando en este último renglón de juego al rapídisimo estadounidense James "Cool Papa’’ Bell, terminó segundo en hits y en carreras impulsadas empatado con Roberto “Tarzán” Estalella.
Crespo ganó su primera corona de bateo en la campaña del 42-43 (.337) y lideró en hits (63). Repitió el título en 1948-49 (.326) y fue primero en imparables en 1945-46 (72).
Año tras año, Crespo demostró su calidad como pelotero completo, terminando como líder en varios casilleros ofensivos, adueñándose del premio de Jugador Más Valioso en la campaña de 1945-46. Jugó en la pelota invernal cubana hasta la temporada de 1953-54.
Además de Cienfuegos, militó en las postrimerías de su carrera con los Leones del Habana y los Tigres de Marianao. Con equipos de la isla tuvo la oportunidad de participar en tres Series del Caribe con el uniforme del Habana (1951-52-53).
Terminó su carrera en Cuba con promedio de .275, 794 hits, 415 carreras impulsadas y 30 jonrones.
Alejandro Crespo y Pedro Formental comparten el liderato de todos los tiempos en impulsadas en la pelota invernal de Cuba (415), es el primero en dobletes (130), cuarto en imparables (794), quinto en triples (39) y sexto en anotadas (369).
En 1942, los Dodgers de Brooklyn viajaron a Cuba para su entrenamiento y llevaron a cabo partidos de exhibición contra varios equipos de la isla. En uno de esos desafíos, Crespo realizó una jugada espectacular en un batazo que se iba de jonrón por el bosque izquierdo. Esta atrapada ha sido una de las mejores jugadas realizadas en la historia del béisbol profesional cubano.
En la Liga Mexicana brilló entre 1941 y 1951 al lado de estrellas procedentes de las Ligas Negras, Puerto Rico, Cuba, Venezuela, República Dominicana y México, entre los que sobresalieron Martín Dihigo, Silvio García, Monford “Monte’’ Irvin, Willie “El Diablo’’ Wells, Barney Serrell, Lázaro Salazar, Raymond “Talua’’’ Dandridge, Santos Amaro, Luis Rodríguez Olmos, Agapito Mayor, Pedro “Gamo’’ Pagés y Max Lanier, entre otros.
Crespo fue figura clave cuando el equipo Laguna dirigido por Dihigo se coronó campeón en la Liga Mexicana en la temporada de 1942, bateando .332 con 50 carreras impulsadas.
Durante su carrera en México acumuló promedio de .320, siendo líder en varias categorías.
El guireño también fue una luminaria en las Ligas Negras de Estados Unidos con los New York Cubans, donde participó en dos temporadas bateando .344 en 1940 y .336 en 1946, siendo elegido al Juego de Estrellas en su primer campeonato.
Por su trayectoria, Alejandro Crespo fue elegido al Salón de la Fama de Cuba en 1983 y del Deporte Cubano en el 2003, ambas distinciones en Miami. Murió en 1980 en el Hospital Dependiente de La Habana.